Esta es una victoria de los compañeros y compañeras indígenas de todas las comarcas, pero especialmente de los Ngäbe-Buglés, que mantuvieron firmes los cierres en Tierras Altas, Horconcitos, San Félix, Tolé, Viguí, en Changuinola y diversos sitios de Bocas del Toro. Es un triunfo de los gremios docentes que sostuvieron los bastiones del río David, Santiago, Aguadulce y Penonomé. Es una conquista lograda gracias los bastiones de Pacora, de Colón, de Arraiján, de Chorrera, de la Iglesia del Carmen y tantos lugares, sostenidos por educadores, obreros de la construcción, jóvenes y pobladores.
Tienen buena parte del mérito de este triunfo los estudiantes universitarios organizados y los vecinos de Viejo Veranillo que, junto a los trabajadores universitarios, sostuvieron el bastión de la Transístmica cerrado por un mes. Por supuesto, les tocan honores también a las decenas de miles de jóvenes y a las familias que acudieron disciplinadamente a la Cinta Costera y a la Corte a exigir la derogación de la Ley 406.
Esta victoria tiene una deuda particular con la firmeza de los moradores y pescadores de Donoso, vecinos de la mina, que impusieron el cierre marítimo al puerto minero. La derrota judicial de FQM se la debemos a la entereza de los docentes y sus gremios, que se sostuvieron en lucha pese a las amenazas del MEDUCA. Este triunfo le debe mucho a los dirigentes y afiliados al SUNTRACS cuya firmeza ayudó a sostener la lucha, pese a las campañas difamatorias de los medios de comunicación, gremios y funcionarios del gobierno.